El movimiento #Somos33Millones
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El movimiento #Somos33Millones
Voy a crear un movimiento anti-peje. Aun no me decido si se va a llamar #Somos33Millones o #Somosel70%. Nuestra filosofía será la siguiente:
• Al primer cabrón que diga que soy un mesías, apóstol o iluminado lo mandaremos a un curso de superación personal, si no se endereza lo invitaremos a cambiar de bando, al movimiento Pro-peje.
• Creemos en la democracia, aplica la máxima de W. Churchill: “No es un sistema perfecto pero es el mejor”
• No hacemos marchas porque nosotros SI creeremos en la máxima de Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Seremos coherentes pues. Además correríamos el riego de que se infiltraran indeseables, de que algunos llegaran con machetes o de que nos acusaran de mover borregos que no saben lo que piden más allá de una torta y un frutsi.
• Nuestro músculo serán nuestros votos. En las urnas manifestaremos nuestra opinión, y cuando no estemos de acuerdo con algún partido o político allí se lo cobraremos. Aceptaremos también cuando perdamos en ellas.
• Para fines prácticos mis creencias resultaran irrelevantes, el que las comparta será bienvenido, pero ante cualquier alegato de fraude todos debe de ir acompaño de pruebas consistentes.
• Respetaremos la figura presidencial y creeremos en las instituciones, sus datos, números y estadísticos, para eso son profesionales, si encontramos manipulaciones lo probaremos y entonces actuaremos en consecuencia.
• Explotaremos la tecnología, nos moveremos en las redes sociales y promoveremos el estar informados y la participación ciudadana. Cuidaremos a los políticos y funcionarios públicos, deben saber que los estamos observando.
• No agrediremos ni denostaremos a periodistas que piensen diferentes a nosotros como los de Proceso y la Jornada, ni a Carmen Aristegui, Federico Arreola o Ricardo Rocha. Por el contrario escucharemos lo que nos tienen que decir.
• Respetaremos como un derecho legítimo la lucha que hacen desde su trinchera nuestros opositores ideológicos.
• En la cámara de diputados nos conduciremos con sensatez. No insultaremos vulgarmente a nuestros opositores, serán bienvenidos y les permitiremos expresarse. No impondremos nuestras creencias y no tomaremos tribunas. Trataremos de imponernos con la fuerza del dialogo y la razón, y respetaremos lo que decida la mayoría, que para eso los eligió el pueblo.
• Al primer cabrón que diga que soy un mesías, apóstol o iluminado lo mandaremos a un curso de superación personal, si no se endereza lo invitaremos a cambiar de bando, al movimiento Pro-peje.
• Creemos en la democracia, aplica la máxima de W. Churchill: “No es un sistema perfecto pero es el mejor”
• No hacemos marchas porque nosotros SI creeremos en la máxima de Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Seremos coherentes pues. Además correríamos el riego de que se infiltraran indeseables, de que algunos llegaran con machetes o de que nos acusaran de mover borregos que no saben lo que piden más allá de una torta y un frutsi.
• Nuestro músculo serán nuestros votos. En las urnas manifestaremos nuestra opinión, y cuando no estemos de acuerdo con algún partido o político allí se lo cobraremos. Aceptaremos también cuando perdamos en ellas.
• Para fines prácticos mis creencias resultaran irrelevantes, el que las comparta será bienvenido, pero ante cualquier alegato de fraude todos debe de ir acompaño de pruebas consistentes.
• Respetaremos la figura presidencial y creeremos en las instituciones, sus datos, números y estadísticos, para eso son profesionales, si encontramos manipulaciones lo probaremos y entonces actuaremos en consecuencia.
• Explotaremos la tecnología, nos moveremos en las redes sociales y promoveremos el estar informados y la participación ciudadana. Cuidaremos a los políticos y funcionarios públicos, deben saber que los estamos observando.
• No agrediremos ni denostaremos a periodistas que piensen diferentes a nosotros como los de Proceso y la Jornada, ni a Carmen Aristegui, Federico Arreola o Ricardo Rocha. Por el contrario escucharemos lo que nos tienen que decir.
• Respetaremos como un derecho legítimo la lucha que hacen desde su trinchera nuestros opositores ideológicos.
• En la cámara de diputados nos conduciremos con sensatez. No insultaremos vulgarmente a nuestros opositores, serán bienvenidos y les permitiremos expresarse. No impondremos nuestras creencias y no tomaremos tribunas. Trataremos de imponernos con la fuerza del dialogo y la razón, y respetaremos lo que decida la mayoría, que para eso los eligió el pueblo.
Miyagger- Administrador
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